jueves, 6 de marzo de 2008

Sigue lloviendo



Pareciera que va a ser eterno. Este mal tiempo le pone los pelos de punta a cualquiera, y para colmo, mataron a un policía para robarle el auto. Creo que los “cumpas” del caído ya están realizando rastrillajes en pos de dar con el paradero de los delincuentes, a los cuales –por supuesto- deberían matar directamente.

Hablando de limpieza, creo que es hora de comenzar a tomar un poco en serio la limpieza de la ciudad. Pareciera que todo da igual, el centro ya no solo es berreta, sino que es oloroso, tipo comida peruana o china (de olor entre fuerte e insoportablemente nauseabundo) y por supuesto, extremadamente sucio.

Los pendejos que juntan a boludear en calle 8 y 50, hacen mas basura que los piqueteros de Castells y Nina Peloso. Lo tremendo es que no se puede culpar a los negros cabeza de termo, pues va hasta mi hija a boludear al centro.

Llueve, pero en el fondo no importa demasiado: Estudiantes ganó en Montevideo y la Brujita Verón dio una clase magistral de talento futbolístico.

Cambiando de tema, a mas de uno le preocupa la inacción de la administración provincial, la cual se encuentra invadida de “yuppies” de cabotaje con mucha pinta de porteños garcas y un tanto amanerados o “demasiado finos” diría mi abuela.

Me estoy cansando (y no soy el único) de estos boludos exportados por el manco Scioli como si fueran el “Drean Team” y acá, los bonaerenses fuésemos todos giles. Creo que hay muchos lugares en donde hace ya cuatro meses (desde el 10 de diciembre del año pasado) que las cosas funcionan directamente por inercia y nada más, pero lamentablemente esto no puede durar mucho tiempo.

Como decía Ricardo Soule, el mítico ex Vox Dei, “todo termina al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina”.

Espero que la sarta de lúmpenes y boluditos que no se comieron a nadie pero comen de nuestro impuestos bonaerenses que importó Scioli vuelvan rápidamente al lugar de donde nunca tendrían que haber salido: La capital federal.

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